CONSEJOS BÁSICOS PARA INSTALAR UN BELÉN

El primer elemento a considerar, al instalar nuestro Belén, es sobre todo el esfuerzo y el trabajo que vamos a dedicar a su montaje. En segundo lugar, debemos estudiar las condiciones de espacio con las que vamos a contar, para que verdaderamente sea un elemento agradable, y no un mero "estorbo". Para que un Belén sea más atractivo hay que darle una cierta ambientación, preferiblemente con elementos naturales: piedras y tierras recogidas del campo, corcho, pequeñas plantas, etc., componentes que nos pueden ayudar a darle un mayor realismo. En cuanto a las figuras que compondrán el belén, debemos pensar que no importa: ni el tamaño, ni la calidad de las figuras del Belén, porque si pensáramos de otra forma, muy pocas personas tendrían un poder adquisitivo suficiente para instalarlo. Ahora bien, es muy importante colocar las figuras con un cierto orden,tanto en tamaño (pues las más grandes deben estar más cercanas y las más pequeñas más lejanas), así como ponerlas con una cierta distancia entre ellas, para que no dé la sensación de enmarañamiento,o mezcolanza, si ponemos muchas figuras juntas; ni tampoco debemos crear la sensación de "vacío" si nos quedan demasiados espacios muertos. Por otra parte, es importante disimular las bases de las figuras, tapándolas con los elementos que hayamos dispuesto en el lugar donde las vayamos a colocar. En cuanto a la iluminación del Belén, hemos de considerar que no son aconsejables las luces intermitentes de colores, puesto que distraen al espectador, en lugar de resaltar las diferentes escenas. Son preferibles pequeñas luces blancas para iluminar los interiores de las construcciones, cuevas, o grutas. Asimismo para lograr el efecto de las hogueras se pueden utilizar pequeñas bombillas flameantes. Hay que procurar que tanto las bombillas, como los cables, no sean visibles directamente por el espectador (se pueden disimular con tierra, pequeños trozos de madera, o corcho, piedras, etc.). Como fondo del Belén se pueden utilizar los diferentes fondos de cielo, o celaje, que se adquieren en las tiendas; pero también se pueden colocar telas con tonos discretos, papeles decorados por nosotros mismos, etc. De igual manera se disimulará la base del Belén, pero siempre con colores y elementos que no distraigan nuestra visión del mismo. Si se realiza un río con agua se debe procurar que no sean visibles los elementos que conforman el cauce, disimulándolos con grava, piedras, etc. El modo de conjugar las diferentes escenas, con nuestra creatividad y originalidad al mismo tiempo, debe animarnos a superarnos -año tras año- en la construcción de nuestro Belén.