COMO ILUMINAR NUESTROS BELENES

A la hora de iluminar un belén, existen muchas posibilidades, pero nos vamos a limitar a describir las cuatro fases del llamado efecto día/noche, y éstas son:
Luz del día------Luz de la tarde------Luz de la noche------Luz del amanecer
Al comenzar, y como norma básica podemos decir que se puede iluminar una fase, todo ello dependiendo de la representación que se quiera realizar. En cambio en belenes grandes se deben utilizar las cuatro fases de una forma progresiva y lógica, representando lo que es un día.
Cada fase debe tener su propio circuito, pudiendo apagarlo, o encenderlo, a voluntad, bien a través de interruptores, o de forma automática -mediante un temporizador electrónico- que sea capaz de hacerlo de una forma gradual.
LUZ DEL DÍA
El belén estará perféctamente iluminado, en todas partes, con lámparas blancas ( de 60 w, o de 100, 0 200 w), dependiendo del tamaño del belén.
Con el fin de evitar sombras se aconseja poner lámparas en el techo. Y para reforzar la iluminación -en algunas zonas- se deben camuflar las lámparas tras las edificaciones, o montañas.
Se debe tener en cuenta de las lámparas del techo se deben colocar más bajas en la embocadura, y más altas en el fondo; procurando siempre evitar las sombras, par lo que se debe colocar lámparas de mayor luminosidad en la parte delantera.
Próximo al celaje, y por debajo de la línea del horizonte, se puede colocar una batería de lámparas blancas mate, de 25 w; de forma que arrojen sobre el celaje, y hacia arriba, una luminosidad uniforme, haciendo de esta forma que se aleje el plano del horizonte, lo que le dará mucha más profundidad.
LUZ DE LA TARDE
La tonalidad de la iluminación debe ser entre anaranjada y rojiza, que es la que se puede apreciar en el crepúsculo. Para ello, debemos colocar lámparas amarillas y rojas.
En la parte trasera (el horizonte) tendremos lámparas rojas, y pondremos en un lateral, una o dos, lámparas amarillas, dependiendo del tamaño del belén, para así poder simular al sol poniéndose por el horizonte.
LUZ DE LA NOCHE
Esta iluminación debe ser tenue, aunque sin pasarse, pues si no se quedará tan oscuro que no se divisará nada. Se debe simular una noche de luna clara, y para ello, en el fondo, colocaremos lámparas azules de 25 w, con la finalidad de crear un halo uniforme sobre el celaje.
En cuanto a la iluminación de las casas debemos utilizar lámparas de neón. E, igualmente, podemos colocar también una lámpara de luz negra, la cual produce una espectacular fluorescencia en los blancos, imitando muy bien los reflejos de la luna.
LUZ DEL AMANECER
Tendremos que crear una iluminación tenue con tonos azules y verdosos. Si cuando "recreamos" el atardecer situábamos el sol en el horizonte, es lógico que ahora el sol salga por delante, para lo que colocaremos una lámpara amarilla -poco potente-, unos 25W en la parte delantera, y, en el techo, colocaremos lámparas verdes combinando con alguna lámpara azul. Y, en el fondo NO colocaremos lámparas.

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